26 de enero

¿Qué escuchamos? (¿Qué? ¿Escuchamos?)

El sonido es una vibración que se propaga como una onda (audible o no) a través de un líquido, un sólido o un gas. Pareciera que cualquier fenómeno físico de esta naturaleza, proyectado dentro del espectro de lo audible para el hombre, es susceptible de ser escuchado, pero no... No todo lo que produce sonido es escuchado. Consciente o inconscientemente, nos hemos convertido en sordos selectivos. Estamos tan llenos de nosotros mismos, tan aturdidos por nuestras propias angustias, deseos, impulsos, frustraciones, afanes, que olvidamos lo que el otro (o lo otro) tiene para contarnos. Ahora, sumergidos en este discurso humanista que promueve la individualidad, la supremacía del yo, de los propios anhelos e ideas, nos hemos vuelto hedonistas y amamos el sonido de nuestra propia voz. Entre jóvenes, los diálogos parecen tener una función de boomerang más que de intercambio de afirmaciones y negaciones. "Yo me afirmo y me justifico (hago justo mi discurso*) dentro de mi monólogo". Hemos devenido en una decepción a la dialéctica platónica; no hay teorías**, sino verdades, y cuando hay dos verdades, no hay verdad. Hasta hemos incurrido en un negacionismo cínico, cuando la realidad nos está golpeando de frente y la verdad nos revienta los ojos.

No hay escucha, no, hay un sinfín de discursos necios y un afán descarado por ser escuchados.

Continuaría este corto pero desembarazado aporte de no ser por mi urgencia febril de darme una ducha caliente y arroparme. Gracias por tomarse el tiempo de leerme.


*Justificar proviene del latín "iustificāre"; formado de"iustus", justo y del el sufijo "ficar", del latín "ficāre", de la raíz "facĕre", que significa hacer.
** Del griego θεωρία que significa pensamiento especulativo.

Comentarios

  1. Elena, sé la calidad de escritos que haces y para mí es un desafío leerla pero, más que un desafío, también es un deleite por la ortografía, la redacción y el buen uso de los tiempos con los signos de puntuación. La he leído y asimismo la he escuchado. Dejando de lado las adulaciones y ahondando en el escrito, debo decir que me gustaron los pies de página, es un acercamiento a las etimologías dentro de este somero discurso que haces. Buen uso de la cursiva para el extranjerismo. Me queda una inquietud: si se emplean las comillas como recurso para hacer referencia a la cita de otro autor ( "Yo me afirmo y me justifico (hago justo mi discurso*) dentro de mi monólogo"), ¿por qué no poner también esta referencia como pie de página?

    Para la próxima procura ducharte y arroparte antes de escribir, o rezar para que no esté haciendo frío...

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  2. Gracias por tu comentario, Diego. La frase entrecomillada no es extraída de ningún texto, sino más bien una suposición discursiva por parte de uno de esos "sordos selectivos".

    Saludos,

    Elena Y.

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